Simplemente yo

martes, abril 18, 2006

Rompiendo Burbujas

Hace un tiempo atrás, varios años diría yo, un amigo me dijo: "tu vives en una burbujas, en un mundo de bilz y pap, no quieres salir y tampoco me dejas entrar". Me dejó pensando, primero lo negué, después lo admití, pero no porque yo quiera vivir en una burbuja, porque mi vida no ha sido un mundo de bilz y pap precisamente; el cáncer, esa maldita enfermedad que finalmente se llevó a mi mamá, me hizo madurar de sopetón cuando recién tenía 12 años. Desde esa edad comencé a comprender lo que era la vida y lo que era la muerte, y comenzaron mis miedos, más puntualmente al de la muerte o al de perder seres queridos. Miedos que cuestan superar, sobretodo porque el cáncer se ha encargado de refregarme en mi cara que la muerte está latente. Así, primero a los 12 años, después a los 24, después a los 26 y finalmente con la muerte de mi mamá el 2004. Así que en una burbuja no he vivido, he conocido el dolor, la ausencia, he conocido clínicas, hospitales, más de lo que quisiera yo, he tenido que hacerme cargo de cosas que nunca pensé que tendría que hacer, y porque yo he decidido que todas esas cosas no me van a quitar la alegría, no significa que viva en un mundo irreal. Quizás si he vivido en una burbuja, mi propio mundo, delimitado, pequeño, porque he querido estar cerca de lo que tenía miedo perder, no quería alejarme, pero ahora, ahora las cosas han cambiado y he empezado a romper mi burbuja, mi mundo, y he empezado a dar pasos más allá. He empezado a conocer a nuevas personas, he empezado a entender a otros, otras realidades, a darme cuenta, cosa que siempre he sabido en todo caso, que todos de alguna u otra forma tienen problemas, y que depende de uno como quiera vivir.
Antes para mí los homosexuales, existían, pero no en mi mundo, no conocía ninguno, me preguntaba, tontamente, cómo reaccionaría con ellos. Ahora he conocido a varios, y me doy cuenta lo ridículo que eran mis cuestionamientos. Son personas comunes y corrientes, personas que ríen y lloran. He hablado con ellos, porque no sé si mi curiosidad o mi alma periodista me llevan a hacer más preguntas de lo normal, he sabido lo difícil que ha sido para ellos asumir, en esta sociedad un poco más "abierta", su condición. La reacción de sus padres y finalmente, la de sus amigos. Y te lo dicen, como si al haberlo aceptado, contado, se hubiesen podido sacar un peso de encima y dándose licencia para poder ser ellos mismos. Y el verlos así, me doy cuenta lo atroz que debe ser no ser uno mismo, sino otro para lo demás. Creo que eso debe ser algo mucho más difícil que cualquier otra cosa, que enfermedades, que la muerte, que los problemas económicos, que todo, si yo sufrí por una enfermedad, por una muerte, fue momentáneo, fueron momentos puntuales, porque en los intervalos yo era feliz, soy feliz, la ausencia se suple con lindos recuerdos y la pena, se transforma en nostalgia, pero soy yo... pero ellos, años de años, tratando de ocultar, de ser otro que ellos no eran, eso debe ser peor que cualquier cosa, porque siempre he creído que para querer y entender a los demás, primer tienes que entenderte y quererte a ti mismo.
Estoy rompiendo mi burbuja, estoy dando más pasos fuera de mi mundo, estoy conociendo más cosas. Siempre me he dicho que quizás nunca logre mi sueño de escribir un libro, por mi falta de mundo, ahora me digo, nunca es tarde para salir en su búsqueda.