En el mundo de los negocios

Tengo ganas de poner un negocio, pero desde hace tiempo, no un negocio cualquiera, un bar, restaurante o un café, quizás una mezcla de café-bar, pero tengo muchas ganas, me gusta lo que hago, pero me gusta casi como hobby, pero me encantaría trabajar en algo donde haya onda, conversar tal vez con los clientes, no sé... escribir siempre me ha fascinado, pero encuentro que aunque me va bien, gracias a Dios, me alcanza o mejor dicho me sobra tiempo para poder hacer algo más.
Tengo todas las ganas, tengo todos los ánimos de apostar, de arriesgarme, sé que sale caro, que significa una gran inversión, también sé que muchos han apostado y no les ha funcionado, pero yo quiero apostar por algo casi familiar, entre amigos, atendido por sus dueños, porque típico que los negocios que son atendidos por otros, o donde los dueños no están, las cosas no funcionan.
Lo malo es que tengo todas las ganas, pero no tengo ni la más mínima idea por donde empezar a armar el proyecto... creo que lo primero sería tener una idea clara de qué cosa quiero. Después, cotizar, pero cómo se cotiza???, soy periodista no administradora ni menos ingeniera... ayy tengo ganas de hacer cosas... ahh punto importante, hay que ver el tema del financiamiento, cuánto sale, cuando crédito tengo, etc, etc. pero no importa, de a poco igual se puede empezar, esta cosa de hacer entrevistas a mujeres emprendedoras, me ha abierto los ojos, cuando se quiere, se puede. y yo quiero.

En la cocina yo??? para no creer

Tenía esto bien abandonado, pero esto de yo cerca de la cocina, es para no creer, y lo que es más extraño es que no he quemado nada, ni tampoco me he cortado... mis incursiones, podríamos decir, que han tenido bastante éxito. Aunque la verdad, es que no he estado sola, la mili - que desde ahora es más conocida como "La Gnoqui" gracias a la polola de mi hermano que se puso celosa de ella y su arte culinario - quien ha sido mi sensei... y de verdad que es como una profesora, tengo que memorizar, practicar y repetir... y lo que es más raro aún, le estoy tomando el gustito a la cocina... quien lo diría, ya no seré gatica; ahora me falta aprender a coser y tejer, para ser un poco más consecuente con lo que hago.

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