Simplemente yo

sábado, febrero 26, 2005

Toda una santiaguina

Quién lo diría, yo, la más carmela, convertida en toda una santiaguina. Ando en metro, micro, camino, claro que más bien vendría siendo una santiaguina del lado oriente, porque mi pasar por la capital transcurre entre Las Condes y lo más abajo que llego es Providencia... ah y la estación de buses cuando me voy.

Siempre me ha cargado eso de capitalinos y provincianos, pero ahora realmente prefiero ser provinciana y no ceder en mi ritmo de vida aunque viva allá. Es que realmente, por lo menos donde yo me muevo, todos corren de un lado para otro. Se podría decir que nadie tiene vida, aunque suene raro. Por ejemplo, como rebaño, todos apretados en las mañanas, se trasladan siempre apurados, a sus lugares de trabajo, las micros y el metro llenos. Entonces yo, prefiero salir un pocó más tarde y llegar justo a la hora, ya que gracias a Dios no marco tarjeta.

Después a la hora de almuerzo, todos comen ahí mismo o van a algún restaurante cercano, o sea nadie se alimenta bien, porque tragan y siguen trabajando. Yo esto lo justificaría si es que después tu te puedes escapar más temprano, pero no, sales a la misma hora, para ingresar nuevamente con la masa que retorna a sus casas, todos apestados, porque como tienen una especie de switch de la premura y los tacos los entrampan andan casi todos con la cara como de tres metros.

En todo caso eso es lo que yo percibo de los demás cada vez que me subo al metro, o alguna micro, en mi oficina como se trabaja con dibujos animados y son todos casi de Viña y jóvenes con alma de niños, la cosa es muy diferente. Mi pega es entretenida, divertida, puedo acomodar mis horarios. Pero ver después esa gran cantidad de personas con el píe en el acelerador.

Ahora entiendo a la Lorena que dejó una excelente carrera por irse con Jaime, Santiago no es vida, a no ser que te consigas, tanto tu pareja como uno, un trabajo relajado, porque la mayoría entra entre las 8 y las 9, y salen tipo 6 ó 7. Entonces para cumplir con esos horarios uno se tiene que levantar tipo 6 de la mañana, y salir entre las 7 y las 7.30 y después salir a las 6 ó 7 para llegar a la casa tipo 8.30 ó 9.

Yo me divierto en todo caso con esto, porque me he dedicado a observar a las personas, como tratando de adivinar sus historias debajo de sus caras de tres metros y es impresionante todo lo que uno puede llegar intuir, sólo por mirar los ojos de alguien o los gestos. Gente preocupada, triste, otras divertidas. Por ejemplo, hace unos cuatro días atrás me fijé un jóven, cada vez que alguien lo miraba bajaba la cabeza, como yo tenía los lentes puestos, lo miraba, y de verdad que daba pena mirarlo, tenía una mirada demasiado triste y yo me preguntaba qué podría pasarle, una pena de amor? un pariente enfermo? problemas económicos?... este último lo desconté porque la mirada era de pena no de preocupación. Quizás si lo hubiese seguido mirando lo habría adiviniado, pero lamentablemente mi andar por el metro nunca supera más de 3 ó 4 estaciones y me tuve que bajar.

Son tantas las cosas que pienso y que quiero dejarlas escrita, que la semana pasada cuando llegué a la estación de buses para vernirme a Viña, me compré una libreta para anotar, para no olvidar y poder escribir.

Ahora la parte buena de Santiago, se pasa bien, una vez que uno sale de trabajar, siempre hay algo que hacer. También hay miles de alternativas para comprar, hay de todo. En Viña tenemos con suerte dos tiendas de venta de DVDs, en Santiago, en una sola galería hay 5.

Ahhh cambiando de tema, el guión fue aprobado, sale en esta nueva temporada, chiquillas yo les aviso cuando salga al aire. Ojalá escriba otro pronto, pero como mi prima se casa dudo que pida otro luego para que escribamos.

1 Comments:

At 3:37 p. m., Blogger mili said...

Bueno es que Santiasco....es un ascoooo!!!
jajajja...avisa cuando salga el capítuloooo!!!

 

Publicar un comentario

<< Home